16 enero 2011

Mar Benegas


ver las estrellas dentro de casa
inaudito privilegio de los pobres
la calle con sus perros y aceras
pero siempre la casa estaba quieta
no zarpaba la casona como un barco
e iban cayendo

desde los balcones
blancos pergaminos sin nada escrito
nosotros los mirábamos caer
papeles
de un estómago abandonado
sólo tu nombre escribías
agradecido a tu esfuerzo
se estiraba en el papel
con letra de niño pequeño
sin pecho ni costillas
caminaban las piedras a tu encuentro
convertidas por tus manos
en pan que nos aliviaba el llanto
pero nunca el miedo ni el cielo borroso
ibamos cayendo detrás de ellos
por las ventanas, tus hijos
huyendo de ser tantos
y tener hambre
queriendo alimentarte
con nuestros cuerpos
nos dejábamos caer como arroz
por las ventanas
y tú nos recogías con la escoba

3 comentarios:

Mar Benegas dijo...

Hola:

muchas gracias por alojarme en este espacio, ha sido un placer y una sorpresa encontrarme por aquí.


veo que hacéis un trabajo divulgativo importante y maravilloso, enhorabuena.

saludos.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

"caminaban las piedras a tu encuentro
convertidas por tus manos
en pan que nos aliviaba el llanto"


La poesía es salud, también la música afuera del sentido, la palabra que deviene por la piedra en pan, o por el fuego en restitución.

Esta poeta, Mar Benegas, es un delicioso descubrimiento.

Gracias por la propuesta y enhorabuena por vuestro blog.

Javier dijo...

Gracias por vuestros comentarios, teneis las ventanas abiertas del blog.
Saludos llenos de cercanía y de mar.
Javier