
La llama del dolor
“Mi casa está en el patio de los otros”
Celedonio Orjuela
Celedonio Orjuela
Se fueron.
El dolor los fue moliendo.
Quizá el ayer se los repita.
Somos la instancia
de un atrevimiento. El pasadizo
del fuego sin barreras.
Los desheredados
avizoraron el final,
jamás
huyeron de la sentencia.
Las calles están desoladas, en ruinas:
es el miedo a los tanques.
No queremos justicia
con el rostro cubierto,
como una ocupación ilímite,
superior a nuestras fuerzas.
El dolor los fue moliendo.
Quizá el ayer se los repita.
Somos la instancia
de un atrevimiento. El pasadizo
del fuego sin barreras.
Los desheredados
avizoraron el final,
jamás
huyeron de la sentencia.
Las calles están desoladas, en ruinas:
es el miedo a los tanques.
No queremos justicia
con el rostro cubierto,
como una ocupación ilímite,
superior a nuestras fuerzas.
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