Besos en salsa verde.
Un día te hiciste mayor.
Lo supe porque dejaste de venir
a acurrucarte a mi lado
los domingos por la mañana.
de mi costado
y mi mano distraída
haciéndote dibujos en el pelo.
Dejaste de pedir que te contaracómo eras de pequeño
y cómo era yo y cómo tu abuelo
y apareciste, sabio ya.
Todo lo sabías en esa mañana triste.
Me costó acostumbrarme
a verte aparecer en la cocina
con el ceño fruncido, silencioso.
Tuve que aprender a quererte de nuevo,
también así, distante y gris.
Aprender que sólo era un baile de disfraces
en el que me tocaba adivinar
de qué ibas vestido,
pero sabiendo que siempre
detrás estabas tú,
igual que tú esperabas
que yo estuviera siempre
esperando, sin disfraz.
1 comentario:
Uy Dios lo que me espera con el crecimiento de mi hija...espero tener la sapiencia de Begoña. Saludos y muchas gracias
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