
Desde la ventana de nuestro blog, queremos compartir con todos nuestros amigos este cuarto libro“ Sin dejar señales “ de la colección “Poesía en la distancia “, así iremos abriendo, poco a poco, las páginas del mismo.
En una exposición temporal, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, dos cajas de mariposas procedentes de Inglaterra y fechadas en 1850, de madera con superficie de cristal y fondo de terciopelo. Colección Werner Nekes.
Ojos en un museo
A la altura de dos metros, dos cuadros
continentes de ojos abiertos, ojos féericos
por natural habla, o del vapor, ya humo,
que impulsó tanto iris
sobre campo. En una exposición,
dos cajas al salto de otro insecto
-yo u otro visitante invernal-,
arrecian de verde como temporal
los ojos nuestros, los nuestros que no ven
que no son alas de tacto de manantial, de lámina
fina de oro ni espejo de color sin sombra.
Pues esas dos negruras plagadas de alfileres
que quieren simular un erizado caleidoscopio
de tumbas de hadas, esos dos sepulcros
de la peor caza victoriana,
¿qué son sino espejo roto
por violación de nuestro propio vuelo?
A la altura de dos metros, dos cuadros
continentes de ojos abiertos, ojos féericos
por natural habla, o del vapor, ya humo,
que impulsó tanto iris
sobre campo. En una exposición,

dos cajas al salto de otro insecto
-yo u otro visitante invernal-,
arrecian de verde como temporal
los ojos nuestros, los nuestros que no ven
que no son alas de tacto de manantial, de lámina
fina de oro ni espejo de color sin sombra.
Pues esas dos negruras plagadas de alfileres
que quieren simular un erizado caleidoscopio
de tumbas de hadas, esos dos sepulcros
de la peor caza victoriana,
¿qué son sino espejo roto
por violación de nuestro propio vuelo?
Elia Fernández Herencia
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