06 abril 2011

Luis Antonio de Villena.,

Entonces hubiera gritado:

¡Señor, salva a Juan!

He visto deshacerse muchas bellezas;

sería bueno que quedase


una como emblema de nuestro

tiempo, un licor joven

que —contra el uso— no


envejeciera nunca...


Aún es hoy como monda


de naranja, y sonríe,


y un aroma delgado


aún llena el aire...


Pero no, tampoco mi oración


obtuvo respuesta

No hay comentarios: