09 mayo 2011

AGUSTÍN PORRAS



POR FIN
A Alberto Bailón

He soñado
que me entregaba a la muerte.


Lejos de temerla,
me aferraba a ella
como a un bote
las víctimas de un naufragio;
como a la vida
un joven enfermo terminal.


He soñado
que me entregaba a la muerte.


Ojalá este simbólico deseo
vaticine el adiós definitivo
a tanta enajenación
y despierte en mí
naturaleza suficiente
para existir sin miedo.


He soñado
que me entregaba a la muerte.


Y aunque nada envidio menos
que toparme con ella cara a cara
(pues nunca como ahora disfruté
de verdadero diálogo con el mundo),
espero recibir agradecido
esta grave y última experiencia
que me reserva la vida.


Por fin soñé
que me entregaba a la muerte.


Publicado por las afinidades electivas - España







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