De pronto un día empezaste a odiar a todas las madres
tú que no querías odiar,
que no crees en la venganza, ni en los gritos.
Que no quieres creer ni en la verdad.
Que la niegas.
Por qué no haber elegido ser invertebrado,
impermeable, inaccesible
para que nada, nadie,pudiera tocarte jamás. Romperte.
Partirte,
como lo estás ahora, derruido.
Por qué no haber elegido.
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