En el campo santo
El crujir me acompaña entre los pasillos del campo santo.
Me había olvidado ese día del
canto de los pájaros y del musgo de las piedras.
La expresión de mi cara es tranquila,
está pálida, como tiene que ser en un muerto.
Todos y todas lloran mi ausencia,
pero salvo excepciones¿por qué lloráis?...
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