31 octubre 2011

Chema Muñoz,


SE ME LLENA DE MAGUA LA NOSTALGIA
I


Se me antojan de rojo los veranos
de rojo y añil se va la tarde,
el blanco solo en los altares
y en la ropa interior de las mujeres.


El antojo ya no es cosa de preñadas,
antojamos todos los deseos,
cuando la magua se hace dueña de las almas
y las almas vuelan locas en la siesta.
¡Ay las siestas!
cuantos amores fueron desdeñados,
cuantas carnes abiertas entre el trigo,
cuanta saliva recorriendo estirpes
solo para llegar a besar las próximas al monte,
o besar los montes más cercanos al ombligo.


No es cosa de dos llegar al mundo,
se cuenta muy poco con quien viene,
y si llegar al mundo bien es un aplauso
el primero lo sientes en tus bienes.


Llorar, gemir y verlo todo bocabajo
más parece el preámbulo de un cuento
que el comienzo del cuento al que nos entran,
no pedí volver de nuevo de la nave,
no recuerdo ya de donde vine
unos éramos ángeles otros querubines.


Nos descuelgan sin saber y sin precinto,
nos dejan caer sobre unas manos
que se abren o cierran por instinto,
el mismo instinto que el del viento
que cambia de camino cual la historia
no se sabe muy bien si historia o viento
son cambiados o cambian a su antojo,
se me antoja de nuevo ver las piedras
y acariciar de pronto las laderas,
a veces las recorro con descaro
las desnudo, las penetro,
las tomo tal si fueran primaveras,
con rubor en las vaguadas,
protuberancias las rocas
cual si fueran pechos de alegre jovenzuela
cual si fueran de jovenzuela loca sus caderas.











No hay comentarios: