16 octubre 2011

Esteban Martínez Serra,




Interiores con nieve

Nieva tan blandamente que es triste observar
la agonía de los copos sobre la baranda.
Mi madre cuelga la ropa recién enjuagada
sobre los respaldos de las sillas del comedor
mientras nosotros miramos con desencanto
la extinción de una alegría: un paisaje
de nieve torpe, derrotada al fin sobre el terrazo.
Mi madre excomulga el dolor —ya antiguo—
a tiro de animal terco. Sus ojos dejan,
a veces, frágiles carámbanos sobre las cosas.
Con el tiempo he sabido que, como la nieve,
los recuerdos de mi madre iban a hacerse
de la misma blanda, triste, rendida transparencia.

De la colección : Poesía en la distancia

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