23 octubre 2011

Lupe García Araya. Copyright ©,



Me avisaron que tus manos
llenarían mi pelo
de flores amarillas
y que las cigueñas
voverían para siempre
anidando en torres milenarias.


Entonces colgué geranios
en las ventanas
y perfumé mi corazón
para abrazarte.
Ordené los dias por colores,
las noches por tentaciones
y en los amaneceres
aprendí a esperarte.


Dejé señales en las paredes
y entendí que mi piel
era el límite de todos
los sentimientos
y el territorio
que a diario conquisto.

1 comentario:

J. S. del Viejo dijo...

Precioso poema, Lupe, muchas gracias por él.
Abrazos.
J. S. del Viejo