Carmen Sánchez Melgar
A Wangari Mathai
Adentró el árbol sus raíces
en tu alma torturada
por fantasmas blancos y negros,
soles abrasadores, polvo y humo.
En tus praderas anaranjadas
se abrió un camino verde
de esperanza para miles
de panteras acorraladas,
mientras yo,
cómodamente sentada
me cortaba mis alas de colibrí.
Después de conocerte,
arrimaré mi gota de agua
y uniré mi voz a la tuya
en sororidad
por toda la tierra habitada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario