Poeta en sol menor
Cuando era un enano, feliz y despeinado,
antes del buenas noches o el beso de mi madre
tenía la costumbre de arrugar las tardes,
para meterlas al abrigo de mi cama
de contrabando, en una manga del pijama.
Me demoraba luego en el umbral del sueño
reviviendo a mi modo los dones de ese día
—la cita con charito, el gol de la victoria—
con una sonrisa ancha de párpados cerrados.
Siem
pre a la luz oscura del silencio.
También recuerdo que tendía los agravios,
las afrentas, las ofensas, los muchos ninguneos
a un sol menor al que llamaba olvido.
Lo malo, lo peor, es que a esta fecha
aún no han secado del todo y apenas los sacudo
salpican mi memoria, mis lentes, mis poemas…
Alberto Vega (1956-2006)
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