18 marzo 2012
Leonard Cohen,
Acuéstate. No hay nadie mirándote. En hilos innumerables los copos de nieve
son retraídos al filo de la noche. Se acabó la nevada. Gratifica con grandes puñados de nalga.
La muchacha ha venido.
NO HAY NADIE MIRANDO
una noche maravillosa
una mujer maravillosa
se casaron en invierno
se separaron en primavera
ella arrojó su alianza
al Lago de las Decisiones
ella continuó
él continuó
se encontraron de nuevo
en el sur de Francia
ella vivía sola
pero con gran belleza
él apareció ante ella
como un sapo
ella le persiguió hasta echarle
del siglo 18
el piensa en ella todo el tiempo
pero en invierno
enloquece
camina por su habitación arriba y abajo
cantando a Hank Williams
la policía pone multas a su automóvil
el personal de retirada de nieves
lo cubre de nieve
finalmente es remolcado lejos
a una inmensa pradera blanca
de perros congelados
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