Decadencia
Más alto que el vuestro es mi corazón
desde que amo; orgulloso y feroz, sabe rendirse,
aunque niegue, con sardónica risa,
todos los infortunios de la vida.
¿En cuánto valoraréis mi amor, lectores de poemas?
¿En cuánto tasaréis cada verso, escrito con violencia y sin escudos?
¿Os gustará, tal vez, más mi época frondosa,
cuando lejos de los dioses y cerca de los demonios se movía mi palabra,
más soberbia, más implacable, más gélida?¿Hablaréis, tal vez, de decadencia?
La muchedumbre, de la que sois parte,
tan sólo adora al déspota; el desprecio
es fuente de su amor, y los criados
únicamente honran al que insulta.
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