Úrsula Starke,
Qué triste es sentir los pies como estropajos
Recién a los diecisiete
Ver mis piernas astilladas
Mis manos sin dedos.
Se me fue desgarrando el alma
Y me duele el pecho profundo.
Estoy suspendida en el tiempo
Seca
Tengo una placa de aluminio endeble
Con números encima.
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