15 abril 2012

Lupe García Araya. Copyright ©,






Fue como una cita a ciegas,
como un combate de amor y desesperanza,
como un reflejo de luna en el cristal.
Temblaron manos y ojos,
los recuerdos de tantos años guardados...
Pero no, todo era distinto a entonces:
Las miradas tímidas que temían encontrarse,
las palabras sutiles que volaban cansadas.
Fue como una ausencia fervorosa
que cada noche minaba con cansancio la memoria.
Y cada noche era feliz a solas
sentada en un laberinto de espuma y sal,
tan tierna, tan confiada como la aurora,
tan extraña como siempre
confundiendo a sus amigos.

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