Aire
Reinaba una calma total bajo la noche.
Al instante, se acercó a ella
por detrás y la rodeó con los brazos.
Lo sintió contra su espalda
Era íntimo. Impactante.
Todas sus terminaciones nerviosas
se pusierón alerta.
Un olor la llenó. Rico, potente y salvaje. El de él.
Inhaló instintivamente hasta llenarle los pulmones.
El potente olor la rodeó, la invadió, la abrumó.
Apenas podía respirar por la intensidad.
El deseo la desgarraba
la proximidad de él en aquella habitación destrozaba sus nervios
haciendo que el cuerpo le temblara tan intensamente.
De repente, sintió el aire de la noche en su piel
y se descubrió a sí misma desnuda
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