POEMA A UN MUCHACHO
Entre la espuma y
la marea
se levanta su espalda
cuando la tarde ya
iba cayendo sola.
se levanta su espalda
cuando la tarde ya
iba cayendo sola.
Tuve sus ojos
negros, como hierbas,
entre las conchas brunas del Pacífico.
entre las conchas brunas del Pacífico.
Tuve sus labios
finos
como una sal hervida en las arenas.
como una sal hervida en las arenas.
Tuve, en fin, su
barbilla de incienso
bajo el sol.
bajo el sol.
Un muchacho del
mundo sobre mí
y los cantares de la Biblia
modelaron sus piernas, sus tobillos
y las uvas del sexo
y los himnos pluviales que ancen de su boca
envolviéndonos si como a dos nautas
enlazados al velamen incierto del amor.
y los cantares de la Biblia
modelaron sus piernas, sus tobillos
y las uvas del sexo
y los himnos pluviales que ancen de su boca
envolviéndonos si como a dos nautas
enlazados al velamen incierto del amor.
Entre sus brazos,
vivo.
Entre sus brazos duros quise morir
como un ave mojada.
Entre sus brazos duros quise morir
como un ave mojada.
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