18 agosto 2012

Benita Paredes




Cambios

Si las hojas del tiempo dejaran de caer y petrificaran los hermosos momentos,


la monotonía mataría la belleza de lo real,

de lo autentico.

Por eso prefiero vivir lo intenso y único del hoy, lo irrepetible.

Miles de sensaciones abordan mi cuerpo,

maleándolo, esta metamorfosis

que da lugar a otra luz,

esa que saldrá al mundo como un torrente

de alegría y llanto,

es la experiencia mas indescriptible que he vivido.

Las lagrimas de la felicidad son pocas,

pero cuando llegan ahogan a las anteriores

hasta la profundidad del ayer.

El hombre nace solo, y así como la muerte es un acto solitario,

la vulnerabilidad

de ambos momentos, lo irremediable,

es la vida y la no vida jugando en el destiempo

y dejándonos un margen para existir.

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