Desconócela
I
Hay
algo en ti como un álgebra cosmodestructora que altiva todas las formas
surrealistas de este mundo. Apacible acaso, a veces con el desencanto que reúne
algunas fosas comunes; en otras, cuerpos celestes que se incineran en tu velo.
Eres Elisa, el vértigo del mar, hálito, y del desconocido ritmo, que envuelto,
quisiera conocer.
II
La cosmogonía inicia con la mirada perturbada, inocentemente cruel. Sabemos de
qué árbol nos cosechamos mas no encontramos las raíces. Las raíces son numerales
fragmentados en cuatro partes. No nos gusta meter a terceras personas, por eso
son cuatro. La alusión del pasado consumido en el futuro llamado azar, se
destella cuando no sabemos cómo será el espontáneo ser.
Decían que llevaba más de veinte años encerrado en la ventana roja. Unos hombres
llamados como yo intentaron viajar, pues su abuela les contó que un joven estaba
esclavizado por una Ofelia de cabellos largos.
No recuerdo haber tenido esos hijos.

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