09 agosto 2012

Marta Noviembre



Era triste añorarte,

sentir el tiempo
como una brecha separando continentes,
engullendo rutinas,
reduciendo a polvo los lugares comunes,

y el avance de la certidumbre
como un animal sibilante augurando fines,
borrando huellas,
presagiando que nada, nadie, volvería a ser,

eso era lo más triste
de añorarte.

Del poemario inédito Propios y extraños

No hay comentarios: