INMISERICORDE

Te introduces en mí
sin indulgencias
sedienta tu sangre de simas y
gargantas
muere de ansiedades por bucear mi
cuerpo
entrar y salir de mi bahía
eco de un mar lúbrico
camuflado de aguas
indolentes.
Te diré cómo agonizar cada noche entre mis
sábanas
y despertar al alba
percibiendo resonancias
ecos de espasmos en tu vientre de hombre
te diré cómo saciarte en solos de
guitarra
pulsando la cuerda que gime entre tus
dedos
ronca y arqueada.
te diré que desbordarte no
sumerge
que derramarte no ahoga
que tu río viene a veces con crecidas 
y se abandona en mis manos
repoblándolas de verde.
Te diré que ese renacer en ti
continuo
cíclico
invariable
reacomoda
mis espacios y mis tiempos
se arrima a mi piel en golpes de
espuma
salpica rocíos amanecidos gota a
gota
pétalos orgásmicos.
Oscilando en las primeras
claridades
dos cuerpos ausentes de alma
se desperezan.

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