Quizás
soñé que el son de las estrellas
Me hace
palpitar,
Me lleva con su
ritmo,
Me hunde en sus
raíces.
Y afincando el confín del
universo,
Minúsculo
horizonte,
Yo siento que me
habla
Con son acompasado.
Mi oído se amplifica y se
confunde,
Escucha el canto
atento,
Escucha su
canción
Sincera,
desgarrada...
Y el canto va tejiendo
corazones
Queriéndose hacer
carne
Por abrazar tu
cuerpo,
Tu cuerpo
humanizado.
Palpitando de amor este
planeta,
Los muros se harán
pan,
El huracán la
brisa,
La humanidad mi
canto.
Igual a la mujer, comparte el
hombre
Aquello que es de
todos:
El aire, el sol, la
tierra,
Sus frutos tan
preciados.
Y el canto, quebrantando las
fronteras
Nos une a un mismo
son,
Nos crece y nos
sustenta
Como la savia al
árbol.
Quizás el hálito de las
estrellas
Eleve pronto o
tarde
La estatura del
ser
A la altitud del
cielo.
Y el pálpito del cosmos será al
fin
El hálito
divino,
El universo
pleno
Afincando en
nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario