NADIE SABE LO QUE UN CUERPO PUEDE AGUANTAR
Pero ¿hay vida antes de la
muerte?
Graffiti en una pared.
Brooklyn.
NADIE sabe lo que un cuerpo puede
aguantar,
pintada la frase en la puerta de la
iglesia,
delante de la plaza donde los yonquis se
destrozan el
tabique con los gramos de
nieve.
Cada día paso por allí y aúllo.
Aúllo como si la boa fuera yo y me hubiera
tragado mi peor pecado.
Aúllo porque me hicieron la ablación de todo
placer epidérmico.
Aúllo porque me exiliaron a un lugar sin
cicerones ni radios
donde también aúllen los
Escorpions.
Aúllo porque me pincharon tantas agujas que
mi esófago se
Rebeló bailando como un
cascabel.
Aúllo porque me robaron las sábanas de hilo
y la dama de noche.
Aúllo porque detesto el perfume Carmen, que
ella siempre se pone
Aúllo porque detesto mi perfume Carmen, que llevé la noche del primer beso
Aúllo porque a mi torso le llaman Cardhu: sombrío, añejo, hondo, ojos color ámbar
Aúllo porque detesto mi perfume Carmen, que llevé la noche del primer beso
Aúllo porque a mi torso le llaman Cardhu: sombrío, añejo, hondo, ojos color ámbar
Nadie sabe lo que un cuerpo puede aguantar
si cada día soporta a la vida misma,
¡tan sofisticada en su crueldad!
si cada día soporta a la vida misma,
¡tan sofisticada en su crueldad!

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