UNAS LAGRIMAS LLORABAN SOLEDAD
Mi cuerpo,
lo acaricio lentamente,
cierro los ojos como un juego
que recorre el tiempo
de cenizas blanquecinas.
Busco el camino que dejaste,
intento encontrar
las caricias y los besos sin
destino.
¿Encontrarte?
Sólo hallo las heridas
sangrantes,
montañas nevadas
que se camuflan con la
ventisca,
arboles sin cortezas,
pájaros que no alzan el vuelo
y caminos de corto recorrido.
Esta tarde he visto como se
esfuma
la espuma de tus manos
y morir sobre mi cuerpo
cada uno de los sentidos.
Unas lágrimas lloraban el
adiós
sentadas en el abismo de la
soledad.
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