24 noviembre 2012

Silvia M.ª Álvarez Merino




Espejismo


Entre la paja diaria,
escarbando mis entrañas cotidianas
encuentro un nombre siempre ausente.
Añoro partes que nunca vi,
minutos que no son míos,
Y no consigo más que apenarme
por una cara de la moneda
solitaria e hilada a una cruz
que cuesta.
En un país cualquiera,
más allá de un océano y dos estaciones
hay un muro, un mundo irreal
de realidades.
Creo verte gigante, etéreo
cruzas vientos y mares,
llegas hasta mí para ser como eres
y desapareces luego
en mi capricho, mi infancia desesperante,
la muerte que me espera,
el ridículo evanescente de quererte y sentirte
en la sombra de nada.
Paso a paso pateo partes,
Pecados pesados,
yo misma ¿crueldad?
quizás.
Y ahí me dejo con el tiempo
arrastrando al estómago en su dolor.
Y tus palabras de mañana,
nunca.
Las de siempre,
siempre.

Del libro Sin dejar señales.

Colección : Poesía en la distancia

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