señora
no sabe como me honra
su
presencia en la cocina
... siéntese usted
en el banco azul y alto
me
verá mejor
no se fije en mis manos
no vuelan como palomas
de
mercados
de plaza
pero saciarán su hambre
amiga mía
si usted las
deja
prepararé
para sus ojos
ensaladas de
colores
frescas
y para su lengua
damascos maduros
ciruelas
pasas
carne en albahaca
y oporto
quisiera que de vez en
cuando
se acerque a mí
lo más posible
quiero mezclar su
perfume
de dama madura
con mi aroma
de cocina y delantal
por
favor
no se cruce de piernas
necesito mi atención
vigilando el
fuego
que cuece en la lumbre
que verla de
reojo
alimenta
apetitos de caricias
señora
mi copa
de
pañuelos rojos del norte
la busca
brindemos
yo le
aseguro
que después del postre
andaremos gustándonos
hasta que el
sol
amanezca
amiga mía
señora
no sabe como me honra
su presencia en la cocina
... siéntese usted
en el banco azul y alto
me verá mejor
no se fije en mis manos
no vuelan como palomas
de mercados
de plaza
pero saciarán su hambre
amiga mía
si usted las deja
prepararé
para sus ojos
ensaladas de colores
frescas
y para su lengua
damascos maduros
ciruelas pasas
carne en albahaca
y oporto
quisiera que de vez en cuando
se acerque a mí
lo más posible
quiero mezclar su perfume
de dama madura
con mi aroma
de cocina y delantal
por favor
no se cruce de piernas
necesito mi atención
vigilando el fuego
que cuece en la lumbre
que verla de reojo
alimenta
apetitos de caricias
señora
mi copa
de pañuelos rojos del norte
la busca
brindemos
yo le aseguro
que después del postre
andaremos gustándonos
hasta que el sol
amanezca
amiga mía
no sabe como me honra
su presencia en la cocina
... siéntese usted
en el banco azul y alto
me verá mejor
no se fije en mis manos
no vuelan como palomas
de mercados
de plaza
pero saciarán su hambre
amiga mía
si usted las deja
prepararé
para sus ojos
ensaladas de colores
frescas
y para su lengua
damascos maduros
ciruelas pasas
carne en albahaca
y oporto
quisiera que de vez en cuando
se acerque a mí
lo más posible
quiero mezclar su perfume
de dama madura
con mi aroma
de cocina y delantal
por favor
no se cruce de piernas
necesito mi atención
vigilando el fuego
que cuece en la lumbre
que verla de reojo
alimenta
apetitos de caricias
señora
mi copa
de pañuelos rojos del norte
la busca
brindemos
yo le aseguro
que después del postre
andaremos gustándonos
hasta que el sol
amanezca
amiga mía
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