01 diciembre 2012

Lupe García Araya








En el fondo,
duele que te escapes dormido,
sin besarte al tacto como quisiera.
Me duele el agua latiendo
y la sombra fugitiva que te acecha.
Corre, sálvate, escapa al vacío,
desnuda las formas invisibles,
el ruido del silencio,
el color de la tristeza...
inclínate a lo no tocado,
vela tu libertad.
Tu piel tersa estará junto al musgo
y yo te daré un beso azul
para que nunca te marches.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lupe ahora te entiendo; estos poemas son de los que "te erizan la piel".
Felicidades.

J. S. del Viejo.