Sed..
Sed, se desliza hambre de
guillotina.,
Sed que tengo de morir en ti y moribunda
la sed de este deseo
húmedo
...
sin paz, ni sosiego abriendo su boca
olvidando el pundonor de la regia
doctrina
de hombres de sable y damas de rosario.
Sed , señalada por el
dedo erecto
y aún no conoce la debilidad de mi carne
olvidando mi alma que
culpable se mutila.
Tiene dueño la sed de amor, que perenne
abre la puerta
a una segunda primavera.
Sed, sentencia maldita…, me dicen;
_afiliados
a ese contrato no más de dos_,
Y he trazado sendas líneas sin
disciplina.
Triangulo isósceles concupiscente,
dos de sus ángulos por
separado
me suben al más alto de los vértices
y ambos sin saberlo, me
sostienen,
sin dejarme morir en la base.
Sed, serenidad agrietada,
desorbita sus ojos.
Este tormento de largas uñas que se clavan
en mi piel
sin dejarla sangrar, ni respirar.
La indecisión de serpentina
oscilante,
me deja perdida sin brújula que me oriente.
Sed, se
desespera el momento alargado,
en ese límite que no encuentra destino,
ni
la venda oportuna que cubra las heridas.
El sabor de esta culpa, me hace
prisionera,
y aún no he sabido, porqué me eligió este amor,
si nunca le
abrí la puerta…

Sed..
Sed, se desliza hambre de guillotina.,
Sed que tengo de morir en ti y moribunda
la sed de este deseo húmedo
... sin paz, ni sosiego abriendo su boca
olvidando el pundonor de la regia doctrina
de hombres de sable y damas de rosario.
Sed , señalada por el dedo erecto
y aún no conoce la debilidad de mi carne
olvidando mi alma que culpable se mutila.
Tiene dueño la sed de amor, que perenne
abre la puerta a una segunda primavera.
Sed, sentencia maldita…, me dicen;
_afiliados a ese contrato no más de dos_,
Y he trazado sendas líneas sin disciplina.
Triangulo isósceles concupiscente,
dos de sus ángulos por separado
me suben al más alto de los vértices
y ambos sin saberlo, me sostienen,
sin dejarme morir en la base.
Sed, serenidad agrietada, desorbita sus ojos.
Este tormento de largas uñas que se clavan
en mi piel sin dejarla sangrar, ni respirar.
La indecisión de serpentina oscilante,
me deja perdida sin brújula que me oriente.
Sed, se desespera el momento alargado,
en ese límite que no encuentra destino,
ni la venda oportuna que cubra las heridas.
El sabor de esta culpa, me hace prisionera,
y aún no he sabido, porqué me eligió este amor,
si nunca le abrí la puerta…
Sed, se desliza hambre de guillotina.,
Sed que tengo de morir en ti y moribunda
la sed de este deseo húmedo
... sin paz, ni sosiego abriendo su boca
olvidando el pundonor de la regia doctrina
de hombres de sable y damas de rosario.
Sed , señalada por el dedo erecto
y aún no conoce la debilidad de mi carne
olvidando mi alma que culpable se mutila.
Tiene dueño la sed de amor, que perenne
abre la puerta a una segunda primavera.
Sed, sentencia maldita…, me dicen;
_afiliados a ese contrato no más de dos_,
Y he trazado sendas líneas sin disciplina.
Triangulo isósceles concupiscente,
dos de sus ángulos por separado
me suben al más alto de los vértices
y ambos sin saberlo, me sostienen,
sin dejarme morir en la base.
Sed, serenidad agrietada, desorbita sus ojos.
Este tormento de largas uñas que se clavan
en mi piel sin dejarla sangrar, ni respirar.
La indecisión de serpentina oscilante,
me deja perdida sin brújula que me oriente.
Sed, se desespera el momento alargado,
en ese límite que no encuentra destino,
ni la venda oportuna que cubra las heridas.
El sabor de esta culpa, me hace prisionera,
y aún no he sabido, porqué me eligió este amor,
si nunca le abrí la puerta…
1 comentario:
Gracias Pedro Javier, es todo un honor para mi encontrar mis letras en tan bello blog, junto a tantos poetas con tanto talento y arte... La imagen me ha sorprendido, jajajaja... tiene sus añitos y estaba demasiado seria... Un abrazo grande...
Publicar un comentario