04 febrero 2013

Autor: Ana María Lorenzo.


GENTECILLA

Así, dudosa me encontraba
ante aquella vasija pequeña.
Tan diminuta era,
...
que no podía creer que en ella
cupiera una esfera.

Tuve que recurrir al microscopio,
quizá así pudiera ver
aquél enanito mundo,
que por accidente,
lo encontré en un bordillo.

Seres pequeñitos lo habitaban.
¿Cómo se llamaría aquel planeta?
Dicen los sabios, que está lleno de poetas,
pero de tan estrecha cabeza
que los rigen sabandijas.

¡Qué curioso!
Tuve que poner una lente de aumento.
¡Oh, qué pequeña gentecilla!
¡Y todos eran verdes!
¡Y tenía tres ojos para escrutarlo todo!
Qué tristeza me daba verlos,
cada vez que decían un improperio,
más oscuro su planeta se volvía.

Cinturones o meridianos de sombras
lo recorrían y helados parecían.
No había amor, generosidad y pureza
dentro de sus cerebros.
Se alimentaban de egos que capturaban,
trituraban para hacerse más grandes.
¡Ineptos!

¿Quién decía aquello?
“¡Verde como el trigo verde!”
No recuerdo.
Pues yo no veía aquello,
¡Si fuera trigo!
pero eran de un verde vejiga.
Color de la envidia.

¿Por qué Dios crearía a esa gentecilla?
Hemos de pensar que de alguna forma,
algo de ellos se ha de aprender.
¿Qué aprender?
Si eres humilde, te dicen tonto;
si te defiendes, igual que si te acusas;
si estas callado, asientes lo que es falso.
Si hablas, entras en su divertido juego…
¡Ah gentecilla de cuenco!

Se olvidaron de detalles,
al igual que los papeles y las leyes
pueden dar muchas vueltas
y arrebujarse en las papeleras,
su hábitat se hace cada vez más pequeño,
más negro, más profundo…

Algún día, querrán salir de su ciénaga perdida.
Hoyo que crearon a base de dar a la lengua.
Buscarán una mano,
pero estarán demasiado hondo
para que un brazo llegue hasta ellas.
¡Tan perdidas...!

Pena me dais gentecilla,
por la necedad que no os deja ver.
No os preocupéis,
puede que alguien o yo,
os lance una cuerda
y os enseñe la luz
de ese corazón
que no os funciona.

Mejor, recojo el microscopio;
dejaré la vasija aparcada.
Que se revuelquen entre ellas
mientras yo,
me voy a escribir un poema.


@Derechos reservados de autor.

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