06 febrero 2013

• Carmen Escohotadoibor •



EL CONCERTISTA





Por la noche,
cuando todo se apacigüe
y crezca el silencio,
volveremos a amarnos
entre dos eternos compases.
De nuevo girarán los torbellinos
que alimentan tus entrañas.
Dedos suaves recorrerán mi cuerpo
convertido en las teclas
de tu clavicordio.

No hay comentarios: