y me tiemblan las manos si no estás,
si no hay fechas, ni una aventura
de tardes perdidas junto a ti.
No me importa amanecer
en tu recuerdo,
haber inventado tu carne,
cicatrizar en las ciudades y paisajes.
Soy una transeúnte de la vida,
de los estanques sin peces,
de las caricias incoloras.
Del libro : Poesía en la distancia
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