04 marzo 2013

Lupe García Araya




Más tarde,
cuando todo sea simple
como la lluvia,
y tus palabras una secuencia
de sueños y puntos suspensivos,
desnudaré mis dedos
para tapar las heridas
que la vida nos dejó
deslizándose en los atardeceres.

Más tarde,
cuando el destino sea sólo
un momento que se esfuma
en la memoria,
recordaremos los inviernos más tiernos
en ciudades que inventamos
a fuerza de esperarnos.

Más tarde,
cuando nuestros olores
sean fantasía de miel
y enebro fresco,
colgaremos sobre cañas de mimbre
el peso de nuestras sombras.


No hay comentarios: