Para qué la poesía
Pablo Mora
moraleja@telcel.net.ve
Profesor Titular, Jubilado, UNET
San Cristóbal, Táchira, Venezuela
moraleja@telcel.net.ve
Profesor Titular, Jubilado, UNET
San Cristóbal, Táchira, Venezuela
Para unir lo posible con lo imposible
“La poesía y su fruto, el poema, están indisolublemente unidos a
la natural inconformidad humana. Mientras la filosofía requiere principios,
argumentación lógica, verdad develada y desocultada; la poesía sugiere y, desde
la intuición, une lo posible con lo imposible; lo real y lo irreal; los sueños y
la vigilia.
El lenguaje poético se resiste a las normas de cualquier tipo. En
su ímpetu deplora el sentido común... Su mayor cualidad reside en ser el centro
mismo de la claridad y las aspiraciones del hombre, de su abismo y de sus sueños
más altos. El ser de la palabra poética no se acomoda a las cosas que pueblan la
superficie... Cuando el poeta necesita nuevos referentes, cuando el lenguaje le
parece inadecuado o impropio para decir y decirse, penetra en la búsqueda
azarosa de nuevas palabras. Esta búsqueda insaciable de riesgo, de sufrir
condena, desde Prometeo, ha impulsado al poeta a su más formidable
manifestación: el poema; el poeta se ha liberado. La más esplendorosa autonomía
de lo humano reside allí, en la creación. El jamás será esclavo de la palabra.
Lengua y lenguaje lo han humanizado. Es por la palabra que el hombre toma
conciencia de su libertad. En la comunión con otros la palabra es el vino y por
eso los hombres se purifican bebiendo y hablando.
Vivencias, sentimientos no constituyen aisladamente la gestación y
culminación del poema. A lo sumo, podríamos reconocer en ellos un átomo germinal
de poesía, que de no fundirse con la vida misma no podríamos alcanzar la
explosión poética... Cuando la vivencia, la intuición u otra categoría personal
se hace LENGUAJE, sólo en ese caso, adviene el POEMA. Nace el poema... El poema
dice lo que dice. La poesía no es explicación de las cosas ni ella misma
necesita explicación. El misterio del poema se resuelve en su transparencia.”
(Ibar Varas).
No hay comentarios:
Publicar un comentario