
Sangre
Llega otra primavera ensangrentada;
un vaho a libertad transpira el mundo,
costosa libertad que sabe a sangre,
sangre de corazones limpios, puros,
que rebosa las calles ancestrales
que, muerte a muerte, va cubriendo el luto.
Se revientan los templos en los rezos,
en nombre de ese Dios que todos quieren,
se vuelan los mercados atestados,
en nombre de ese hambre que padecen,
y en las calles se matan, sangre a sangre,
en fratricidas luchas que sostienen.
Y en el aire los gritos de las madres
elevando los brazos hacia el cielo,
las manos chorreando sangre muerta
de allegados caídos por los suelos.
Y la sangre se mezcla con la sangre,
y los muertos, se abrazan a los muertos.
Llega otra primavera libertaria,
y la sangre vertida al mundo anega
mientras el mundo se reúne y habla,
y habla y se reúne y se pelea
por la mar y los barcos y el petróleo,
mientras discute el sexo de los ángeles...
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