10 junio 2013

Magda Robles

Mil pedazos...



Hoy entendí por qué
siempre seré criatura incompleta.

He ido dejando
trozos abandonados
en un mar de personas
y sus mil vaivenes.

Como quien olvida cerrar la puerta
cuando abandona una estancia.

A veces me busco, y descubro retazos
en la llamada anónima que marcó ocho letras,
e intercambió una noche por melodías a la carta.
En la mirada clara que se volvió turbia al respirar un nombre.
En la promesa de vino y sal que brotó del labio, pero no del alma.
En la mano amiga que empuñó el puñal,
y en la enemiga que me abrió su abrazo.
En la silueta descarada a media luz, y media tinta.
En el color que me ilumina al encender una sonrisa y apagar el día.
En la mirada que me pierde y me cobija.
En la noche, y su silencio amante.
En los nombres... y su sombra.   
En el verso (y el reverso) en que tropieza mi mirada.

Son estos mis trazos... ocultos en mochila ajena.

Desconocer finales 
es la tensión febril
que me mantiene en la cuerda floja.
(Y no me deja caer...)



1 comentario:

Magda Robles dijo...

Es todo un lujo encontrarme en este blog... Esta aprendiz de juntaletras te lo agradece enormemente. Ha sido todo un lujo conocerte, y escucharte, en el que espero haya sido el primer encuentro de muchos.
Un abrazo.