AMANECE AL ANOCHECER
Cerrando los ojos
nace la luna cada noche.
El cielo estrellado mira
los cuerpos que en el lecho yacen
mezclando su ser
como juncos movidos por brisa cálida.
Expanden y liberan el arte de amar
con sabiduría, donde la sensualidad
es la reina madre
con sutil fragancia de jazmín y sándalo
se mezclan las almas.
El universo empíreo tiembla
ante la efigie, figura que forman
dos cuerpos y un alma.
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