Miradas sin fronteras 2013
¡H regresa un curso más! Y este año venimos fuertes, lo prometemos. Pero nosotros no somos los únicos activos este otoño: hoy os traemos un proyecto muy interesante…
“Y que mis venas no terminan en mí/sino en la sangre unánime/de los que luchan por la vida, /el amor, /las cosas, /el paisaje y el pan, / la poesía de todos”.
Con estos versos de Roque Dalton comienza “Miradas sin fronteras 2012”, la obra que recoge a poetas, ilustradores y fotógrafos que participaron el pasado año en este proyecto impulsado por Ediciones En Huida. En el prólogo, Pedro Luis Ibáñez Lérida y Ana Alvea explican cómo en 2011 un grupo de poetas decidió a través de una reflexión de la situación de hambruna y sequía en la que se halla inmersa Somalia y el Cuerno de África, que la poesía tenía algo que decir. Y que hacer. Este año destinan los fondos recaudados a un comedor social de nuestra ciudad. El recital benéfico tendrá lugar el miércoles 25 de septiembre a las 18:00 en el Palacio de los Marqueses de la Algaba.
En H de Humanidades, hemos entrevistado a Pedro Luis Ibáñez Lérida para que nos cuente de primera mano más sobre este proyecto:
El proyecto surge de un espacio poético de reflexión y crítica social. ¿Son habituales este tipo de debates entre los poetas de vuestro ámbito?
El ámbito de acción editorial y cultural de Ediciones En huida forma parte de los principios e ideario de un proyecto creado hace cuatros años por dos poetas sevillanos, Martín Lucía y Pedro Luis Ibáñez Lérida. Ambos iniciamos y desarrollamos, como en la actualidad continuamos haciéndolo, nuestras respectivas trayectorias poéticas en la que me gusta denominar como trama cultural de base de la ciudad de Sevilla. En ese proceso evolutivo y crecimiento literario y humano, detectamos ciertas carencias en el proceso creativo. Entre ellas, la ausencia de editoriales que tuvieran entre sus objetivos crear las mejores condiciones para que nuevas voces poéticas tuvieran la oportunidad de publicar. Voces que, bajo nuestro punto de vista, reunían calidad y, por tanto, trascendencia. Decidimos asumir ese empeño como un reto, envite o desafío que promoviera el valor de los autores y autoras que, hasta ese momento, permanecían invisibles para el panorama literario. En esa pugna legítima con la mediatizada realidad cultural y editorial, nuestros referentes siempre han sido la honestidad y la transparencia en nuestro trabajo. Evidentemente ello requiere un grado de independencia y autonomía que comporta, a su vez, un alto grado de fidelidad a los valores en los que fijamos nuestro acontecer diario. En este ilusionante y apasionante tránsito (no exento de errores y tropiezos) hemos recibido innumerables muestras de cariño y afecto pero, sobre todo, de respaldo. Señalamos habitualmente que, “sólo somos si los demás son con nosotros“. No vendemos libros, proponemos paisajes literarios e invitamos adentrarse en ellos al futuro lector. La cultura es un valor innegociable. Por ello hay que distinguir y significaron claridad que Ediciones En Huida es un proyecto cultural y editorial, porque la simbiosis de ambos términos equipara, en igualdad de condiciones, el valor mercantil y cultural.
La necesidad de aglutinar esfuerzos colectivos son los que refrendan a los individuales. Al soalzar la mirada al futuro no podemos rehusar la memoria de nuestros orígenes, y en esa otra mirada retrospectiva es donde se halla la verdadera medida de lo que somos. Y para ello nos sometemos a una constante autocrítica que nos permite relativizar presuntos éxitos y mantenernos equidistantes de lo banal y fútil. En este contexto es donde debe interpretarse nuestra afirmación poética ante la realidad social que nos circunda. Miradas sin fronteras 2013 cumple tres años de edición. El compromiso solidario cómplice y generoso lo establecen los propios participantes desde las diversas disciplinas artísticas y creativas en las que participan: poetas, músicos, actores, fotógrafos, pintores y ciudadanos que quieren expresar valores humanos desde la justicia y la dignidad. La iniciativa es puramente solidaria desde la misma raíz, ya que los participantes son los que financian la edición de un libro que recoge sus aportaciones. La recaudación de su venta se destina a un objetivo definido. Si bien en las ediciones anteriores fueron destinos internacionales, como fueron los casos de emergencia nutricional de El Sahel y el Cuerno de África. En la de este año, hemos determinado que los fondos conseguidos se destinen al comedor social de la calle Aniceto Sáenz, de Sevilla. En atención a la situación de emergencia social que sufrimos en el cuarto mundo, a raíz de la crisis económica, que ha provocado la precariedad y exclusión social, con una alarmante tasa de desempleo, afectando a cuestiones básicas como la alimentación. Posee un estrecho vínculo con el 50º aniversario del fallecimiento de Luis Cernuda en el exilio, que se celebra este año, en la necesidad que el Amor -que tan incesantemente buscó el poeta sevillano- sea un baluarte de alivio, refugio y transformación colectiva. De ahí que el subtítulo se corresponda con el verso de un bellísimo poema de su autoría, No es el amor quien muere. Además este año ha sido denominado, desde nuestro proyecto, Año Luis Cernuda. Hemos realizado diversas actividades -recitales, paseos, lecturas, homenajes- relacionadas con este aniversario, con el fin que el poeta fuera protagonista en la voz de sus paisanos.
Este es el debate que los poetas desde Ediciones En Huida proponemos no sólo a otros colectivos culturales y sociales, sino a la sociedad civil en su conjunto. Las pretensiones no son grandilocuentes pero sí definidas en extremar la sensibilidad y la conciencia sobre lo que sucede a nuestro derredor y optimizar los recursos emocionales que individualmente poseemos y que engrandece al ser humano cuando se conjugan colectivamente. En suma anteponer el nosotros al yo, quebrando la consumación del persistente mandamiento materialista y capitalista, del consumo exacerbado y de la, cada vez más acusada, negación del otro como sujeto de convivencia, independientemente de los fracasos económicos y modelos sociales. Se trata de mantener el debate vivo y al alcance de cualquier voz, en este caso artística, que reivindique el alma y, por tanto, el sentido de nuestra acción más inmediata.
¿Está de acuerdo con que los poetas y, en definitiva, los artistas e intelectuales no deben permanecer impasibles ante las desigualdades sociales, sino que deben utilizar la poesía como un arma (cargada de futuro)?
El marchamo de poeta, artista e intelectual no es garantía de nada, salvo el de ser responsable de su propia palabra o creación, de la que es autor. Eso significa que la alineación con ciertos principios no tiene por qué convenirse obligatoriamente en los que defiendan la transformación social. En las dictaduras también existen pensadores, poetas, artistas e intelectuales que reafirman al propio sistema generador de represión. La creatividad no es la génesis de un compromiso con los derechos humanos en su más amplio concepto, tanto en sistemas totalitarios, como en aquellos donde la democracia se asienta. Si bien en aquella la relevante ausencia de libertad condiciona en primer grado, en ésta otros aspectos subliminales adicionados al poder, hacen retroceder los atisbos de crítica reflexiva y artística.
El verso de Gabriel Celaya tiene un uso extendido, más con sentido simbólico que como elemento práctico, que atiende a una situación social muy definida. La vigencia de su mensaje será permanente en el tiempo, sencillamente porque las aspiraciones de los seres humanos no tienen techo. Salvo para contadas y poderosas excepciones que tratan de concentrar sus esfuerzos en defender su estatus. En peligro, desde el mismo momento que sus esfuerzos hayan dejado de ser útiles en la contención de la mayoría social. Obviamente es en la palabra en la que se halla el futuro. Señalaba el poeta uruguayo, Mario Benedetti, “la simple decencia ha pasado a convertirse en una utopía“. Por ello, más que necesario, es imprescindible que, la tan denostada palabra vuelva a ejercer su principal misión y, en eso, la poesía es única. Podemos decir que “la poesía es un arma cargada de futuro“, si la palabra construye un futuro desde la integridad de su esencia intacta. Es decir, desde la verdad como moneda de uso y cambio. Donde los valores no se alteren por la perversa mercantilización.
La cultura es patrimonio intangible del conocimiento y búsqueda de la identidad del ser humano en la expresión con alma, como es el arte y sus múltiples manifestaciones. En esa línea de actuación puede entenderse la afirmación personal, en primer lugar, y después la intelectual del compromiso social. En realidad todos somos intelectuales: usamos el intelecto, pero no todos con el mismo fin. El raciocinio de los protagonistas culturales no tiene por qué ser vanguardista. También pueden albergar el recóndito poso del costumbrismo y el conservadurismo ramplón.
La literatura no puede cambiar el mundo, aunque lo proclamaran los ilustrados. Curiosamente la peor literatura es la que se ha dejado arrullar en los brazos de la política y ha sido utilizada por ésta. Sólo desde la absoluta y total independencia de pensamiento, puede desarrollarse el sentido de la escritura con plena libertad. Y, en ese caso, poco importará que el autor beba un cubalibre o un chato de vino. Lo verdaderamente importante es que sea de calidad. Será el lector, el último e imprescindible juez que insobornable dictamine la obra. Las ideas son de los hombres y mujeres, antes que de los literatos. Y esas ideas sobre la sociedad, no tienen por qué ser garantía de evolución o apertura, también los son de involución y cerrazón.
El año pasado el proyecto pretendía ayudar a los habitantes de El Sahel, ¿por qué se han centrado este año en un ámbito local como son los comedores sociales de Sevilla?
El acto de Miradas sin fronteras se concibió como una convocatoria fundamentada en tres aspectos básicos: colectiva, abierta y participativa, alejada de cualquier matiz elitista. Entendíamos desde Ediciones En Huida que el inicio de cada curso cultural y editorial debería tener un protagonismo exclusivo la solidaridad y la conciencia crítica. Además debía realizarse con la animosidad relevante ante aquella problemática de dimensión humana que entendieramos reunía la suficiente entidad para hacerla extensiva a la sociedad. Otro aspecto importante era la perspectiva de invitar a cualquier ciudadano y ciudadana a expresarse a través de la edición de un libro y posterior presentación y recital, independientemente de su calidad. Parámetro que entendíamos secundario y que era, sin embargo, generador de la proximidad y acercamiento de los poetas, actores, músicos, fotógrafos, pintores, etc, que también participaban, con la sociedad que también crea desde el hombre y la mujer anónimos. Además el espíritu es plenamente altruista, ya que la ediciónn se financia con las aportaciones de los participantes y ciudadanos anóminos. Ediciones En Huida incorpora sus medios materiales y humanos. Por último existía, en coherencia con nuestro ideario, el objetivo de promover la conciencia y trascendencia de la palabra viva y su vinculación con la mirada que atisba y escudriña la realidad.
Miradas sin fronteras 2013 se proyecta desde los postulados indicados. En esta ocasión queríamos ahondar en la precaria situación que sufren los ciudadanos de nuestra ciudad de Sevilla, que no es una excepción en el resto de España. La especulación financiera y la consecuente crisis económica, ha desembocado en una horripilante tasa de desempleo. Las políticas de ajuste económico han fracturado el estado del bienestar. Los derechos laborales van progresivamente siendo limitados, mientras que las entidades bancarias se surten de los presupuestos públicos. Los comedores sociales se convierten en sujetos de la acción social a pie de calle, ya que su demanada ha aumentado para cubrir las necesidades básicas, como la alimentación diaria.
La recaudación obtenida con el libro, se destina íntegramente al comedor social de la calle Aniceto Sáenz, de Sevilla. Es el arte desde la acción directa de los artistas y con un fin exclusivamente solidario. La individualidad del creador es sacrificada, a propuesta de Ediciones En huida, para dar lugar a una conciencia colectiva crítica y reflexiva, teniendo en cuenta el tema que orienta el acto.
¿Qué opina de los diversos movimientos ciudadanos que han surgido recientemente en nuestra ciudad como pueden ser las corralas?
La afrenta de las entidades financieras ha llegado a un extremo de violencia, en la que el ser humano ha sido reducido a un mero objeto mercantil de pago o adeudo. Mientras las viviendas recepcionadas por quienes alentaron la especulación y estafaron a los ciudadanos, permanecen cerradas a la espera de venta, familias enteras son desposeídas de un techo. Frente a este descomunal despropósito, la sensibilidad y conciencia de los ciudadanos se ha unido a la necesidad imperiosa de los que lo han sufrido, para abordar la problemática ocupando las viviendas. La desproporcionada represión policial y la indiferencia del poder político ha revelado la verdadera faz del estado social: la exclusión y la marginalidad. La responsabilidad del estado se ha diluido en una inoperancia que se enfatiza y radicaliza en la merma del resto de servicios y derechos públicos, como educación y sanidad. La iniciativa legislativa popular presentada por la plataforma antidesahucios no ha dejado lugar a dudas sobre la política gubernamental. En ese proceso de resistencia y vindicación encuadro a las corralas. Aunque también en el de la autogestión fruto de la cooperación mutua ante la adversidad.
El poeta chileno Nicanor Parra afirma que “El poeta no cumple su función si no cambia el nombre de las cosas“. Todo acto deliberado y renuente al interés más egoísta, posee la naturaleza poética de concebir un mundo nuevo. El poeta, la poetisa -a pesar de las reticencias sobre esta palabra, la vindico como simbología de pura belleza expresiva, al margen de etiquetas, revestimientos y reticencias-, posee el don de la levedad. La frágil y latente experiencia de lo intangible. Por consiguiente de la utopía más dichosa, la que se nombra de nuevo en cada horizonte y que señalamos con la mirada introspectiva, reflexiva y enunciadora de lo que está por llegar.
Es mi deseo, como epílogo de esta entrevista hacer ferviente reconocimiento de gratitud a Raquel Silva, perteneciente al colectivo H de Humanidades, que desarrolla su labor cultural en la Universidad Pablo de Olavide, por su amabilidad, tiempo e interés y la oportunidad que me brinda con esta entrevista. Con sus inteligentes preguntas el espacio de debate se hace vasto y rico, como la propia poesía. Les espero en Miradas sin fronteras 2013.
Raquel Silva León
H de Humanidades
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