Este taller de relatos llamado “La chófer del
autobús”,donde cada participante se convierte en el
artífice de poner nombre y dar vida a un pasajero de los
que Olga transporta diariamente.
Las colaboraciones las enviáis al correo siguiente :
Javier : jmartinpedros@hotmail.com
Los relatos que reciba, los iré colgando en el blog Azuldemar:
Lupe García Araya.
Miguel era uno de aquellos pasajeros que cada mañana subía
al autobús de Olga.
Tendría unos treinta y cinco años ,mirada perdida y aspecto
triste. Usaba gafas y el pelo le caía sobre los hombros. Solía llevar una barba
incipiente de dos ó tres días que le daba un aspecto
desaliñado e informal.
Olga pensaba que sería profesor de instituto, siempre
llevaba una mochila colgada al hombro y algún libro en la mano.
Él se limitaba a saludarla cuando subía al autobús y
despedirse cuando bajaba. Después lo veía alejarse calle arriba.
Una tarde Olga encontró un libro en el asiento que Miguel
siempre ocupaba, lo ojeó y vio que había notas de lápiz a pié de página, era un
libro de literatura. Así fue como le asignó el papel de profesor y no se
equivocó.
Guardó el libro para entregárselo al día siguiente, pero
Miguel no apareció, tampoco en los días que fueron pasando. Al quinto día
decidió pasar por el instituto para preguntar por él. Le comentaron que había
pedido una baja pero no el motivo.
Ella no dejó el libro, volvió sobre sus pasos con lo único
que de él tenia.
Olga no podía dejar de pensar en Miguel, le resultaba rara
aquella situación y sin saber por qué aquel libro que encontró lo llevaba
siempre en la guantera por si él volvía a aparecer.
Fueron pasando los días, los meses, hasta que una noche que
Olga paseaba a su perro, le pareció cruzarse con él. Se volvió para asegurarse,
pero se había perdido entre la gente.
Esperó al día siguiente a la misma hora y vio como se
acercaba, esta vez lo paró para saludarlo, pero él parecía no recordarla .Alguien
más se acercó de pronto, era la hermana de Miguel que iba acompañándolo.
Olga pudo observar como él tenia la mirada perdida y le
costaba seguir la conversación.
Charo, que así se llamaba la hermana, le contó que Miguel
había tenido un accidente.
Le gustaba montar en bicicleta y uno de esos días cuando
paseaba alguien lo arrolló
Golpeándose fuertemente la cabeza ,esto le afectó una parte
del cerebro, le costaba coordinar palabras y también perdió algo de memoria.
Desde ese día Olga pasaba algunas tardes con Miguel, le
acompañaba en sus paseos, le leía poemas y sobre todo volvió a subir al autobús
ocupando el sitio que tanto tiempo le había esperado.
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