Aguardándote
Sobre la noche
y solo estoy con tu no presencia en mis hombros,
con tanto amor a distancia
perturbado por la mar cercana,
a la guarda del consuelo ante el encuentro escrito
y tus besos en papel verjurado de dos gramos,
tu tarjeta de visita castellana,
la palabra sugerida por tus cálidas manos.
Del poemario Santuario Azul
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