Gloria Bosch. Barcelona,1959. Poeta y rapsoda. Cursa estudios de Periodismo y participa en Talleres Literarios en Madrid y Barcelona. Obra publicada:
De Carne y Verso (Ed. Libertarias), Premio Hermanos. Argensola 1994
Dédalo del deseo (Ed. Huerga & Fierro), Premio Villa de Benasque 1997
Una llamada tuya bastará para sanarme (Ed. Carena), accésit Premios Marco Fabio Quintiliano del Ayuntamiento de Calahorra.
Otras voces plaquette conjunta con 6 poetas más.
Desnudario junto con Nora Almada y María José Aldunate, Editorial Jirones de Azul, 2007
Ha sido incluida en las Antologías Circunstancias (Ed. Abecedaria) y IV Tomo Poetisas Españolas 2003 (Ed. Torremozas). Es fundadora del grupo Veus de Dones con el que trabaja para dar a conocer la poesía, especialmente la poesía escrita por mujeres. Ha sido integrante del grupo Punts suspensius Teatre y actuado bajo la dirección de Feliu Formosa en dos espectáculos en homenaje a las escritoras Montserrat Roig y Mª Mercè Marçal. Ha colaborado en programas de radio y realizado lecturas poéticas y dramatizadas en diferentes escenarios.
Actualmente trabaja en la Administración.
Autorretrato
Cuando alguien me pregunta la razón del porqué escribo respondo que escribo por una necesidad vital de comunicarme, porque la poesía ha sido y es para mí un espejo donde mirar y mirarme, a veces un reto, otras un juego, una tabla de salvación para no ahogarme, un placer solitario y compartido. Escribo desde pequeña porque a mi alrededor existían demasiados interrogantes que nadie me despejaba y yo en un intento de poner cierto orden al caos cotidiano y ahuyentar mis fantasmas interiores, acudía a la hoja en blanco. “Un gato negro se paseaba entre mis piernas mientras yo, con un lápiz mordido, jugaba con un poema”. (Barrio Chino de “Una llamada tuya bastará para sanarme”). Como lectora de poesía me interesa que el poema me atrape, me seduzca, se pasee por mi piel, me muestre visible lo invisible. Como poeta busco lo mismo, que mi obra despierte algo en el lector/a y sobre todo que no le deje indiferente después de leerla o escucharla. Uno de los terrenos en los que me muevo con mayor libertad en los últimos años es el de la transmisión oral. En 1994 formé el grupo Veus de Dones con el objetivo de dar a conocer la poesía, especialmente la poesía escrita por mujeres a través de recitales poéticos con música en directo. La sensación de estar ante un número de personas y conectar con ellas a través de un relato o un poema es algo parecido a un estado de ingravidez. El texto abandona la página y se transforma en un latido, una emoción o un escalofrío, algo que vive y respira.
Mi poesía nace de mis experiencias vitales, de mi proceso de evolución pero también de abrir los ojos a lo que me rodea. En pleno siglo XXI se ha avanzado en muchos terrenos pero la mujer en ciertos ámbitos y culturas es considerada todavía inferior al hombre, la violencia de género es un hecho cotidiano y cada vez más alarmante, las guerras, el terrorismo ocupan a diario los medios de comunicación, el hambre sigue azotando en muchas regiones, etc. Como poeta no puedo ser indiferente a todo esto, la poesía es también compromiso y un vehículo para llevar a cabo la denuncia ante la injusticia social. Hace años compagino mi vocación literaria con mi trabajo en la Administración pero es la poesía la que me oxigena el alma, la que alimenta mi espíritu. Confío en que algún día pueda entregarme plenamente a ella, mientras tanto sigo escribiendo sin pretensión de nada y con intención de todo. “Soy una puerta entreabierta que finaliza en mis brazos / pero no sé adónde voy aunque sigo insistiendo / en ceñir de nuevo el lápiz entre mis dedos. No quiero ir en contra de mi propia marea, / soy sólo una mujer nacida en primavera”.
Te propongo esta noche
llegar a un acuerdo,
un diálogo entre mi cuerpo y tu cuerpo
una conversación sin palabras,
un silencio de proyectos,
que tus dedos interpreten
el lenguaje de mis dedos.
Te propongo, simplemente,
alargar la caricia,
no planear la llegada a la cima
sino navegar con el remo de mis brazos
no utilizar para nada el salvavidas
ni que el tiempo detenga la mirada
Te propongo un pacto de susurros,
una tertulia de gemidos,
un monólogo de gritos,
que todo lo que no dijimos
en la piel permanezca escrito.
Te propongo una noche interminable,
lenta, muy lenta, tan lenta
que cuando nos interrogue la mañana
no sepamos quiénes somos
ni hacia dónde vamos,
como si aprendiéramos de nuevo a leer
igual que dos niños pequeños,
como si aprendiéramos de nuevo a escribir
sobre el pálido folio de nuestro cuerpo.
Te propongo una lectura corpórea
desde el prólogo de tus ojos
hasta el epílogo de mi boca.


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