Ya que
amaste,
y te
fundiste en un
oasis de
verano,
te diré que
todas
mis ninfas
son
En el
olvido del rencor,
voy
forjando mis canas
y arrugas
faciales.
Me es
imprescindible y
necesario
abrazar intensamente
el amanecer
sentimental
de todos
los pueblos.
En el arco
iris de cualquier
guerra,
siempre
levanto mi copa.
Del libro Huellas de Agua.

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