Igual que el alba asoma tras los montes,
azules de frescura y humedades,
espantando las sombras de una noche.
Lo mismo que su luz, en los parajes
cubiertos de arboleda iluminada,
despierta el alboroto de las aves
que agrupan sus esfuerzos cantarines
para llenar de trinos el paisaje;
las ideas se agolpan en mi mente
pugnando por hacerse un sitio, antes
de que otra idea nazca y fructifique
al amparo del flujo de la sangre.
Después irán surgiendo a borbotones
palabras que la idea descalabren,
igual que la algarada de los pájaros
descalabra el silencio en los almiares.
Mas al fin, la chirriante algarabía
se ordena y se compone, rutilante,
en una sinfonía de palabras
plena de adagios, tropos y cantables.
Y el alma del que escucha se enaltece
y asciende a los espacios siderales,
para quedarse allí, sumida en gozo,
hasta después de que el concierto acabe,
quedando ese alma envuelta en el embrujo
del pensamiento origen de la clave...
Del libro : "Las cárceles del alma"
espantando las sombras de una noche.
Lo mismo que su luz, en los parajes
cubiertos de arboleda iluminada,
despierta el alboroto de las aves
que agrupan sus esfuerzos cantarines
para llenar de trinos el paisaje;
las ideas se agolpan en mi mente
pugnando por hacerse un sitio, antes
de que otra idea nazca y fructifique
al amparo del flujo de la sangre.
Después irán surgiendo a borbotones
palabras que la idea descalabren,
igual que la algarada de los pájaros
descalabra el silencio en los almiares.
Mas al fin, la chirriante algarabía
se ordena y se compone, rutilante,
en una sinfonía de palabras
plena de adagios, tropos y cantables.
Y el alma del que escucha se enaltece
y asciende a los espacios siderales,
para quedarse allí, sumida en gozo,
hasta después de que el concierto acabe,
quedando ese alma envuelta en el embrujo
del pensamiento origen de la clave...
Del libro : "Las cárceles del alma"
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