Para llegar al mar
Hoy te he sentido dentro, Nervión, y eso es
muy duro,
te he contemplado como si sobre mí viajara,
te he recorrido y comprobado: he visto
agua limpia al nacer, por la mañana,
y he visto que a tu sangre, sin que tù lo quisieras,
se iba mezclando el cieno, por la tarde;
iy los barcos, los barcos...!:
los he visto roñados por el mar,

los he visto cansados, medio muertos -
y he visto uno pequeño en un hueco sin corriente,
entre las dos orillas de Erandio y Barakaldo,
hundido, icomo una de mis pequeñas muertes!
Te he sentido tan cerca que he creído estar
viéndome,
reflejado en lo turbio de tu agua.
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