Andaba
escuchando un poco de blues y me recordó esta carta/historia que le
escribí contándole a alguien, hace ya algún tiempo, con bastante frío en
mi cuerpo y un blues sonando de fondo también...
AQUEL BLUES
Ahora que suena este blues de fondo escribo .....
Como siempre, desde la mesa del fondo, de este oscuro antro. La luz es escasa, pero suficiente para alcanzar a escribir en mi bloc de notas. Muchas veces además, escribí a oscuras, y así le di la oportunidad a las palabras de montarse unas encima de otras, de cabalgar juntas.
Fuera, la temperatura ronda los diez grados bajo cero.
Me vine hasta aquí, sólo a beber algo que contenga el suficiente alcohol para aumentar mi temperatura corporal, a escribir y a escuchar blues. Somos cinco si cuento al camarero, viejo y marchito, que en la esquina del mostrador, anda con su cuerpo echado, a sabiendas de que ya no vendrá esta noche ningún cliente más, y que con el blues que se esparce, y en su mirada perdida, me parece entender que se le fue la vida. Los otros tres, andan también a sus adentros por el resto de la barra.
Esto que ahora escribo, y una vez llegue al final, es más que posible que termine avivando las llamas que del fuego emana la chimenea del local, porque puede que no encuentre razón para tener que mostrarlo. El escribano loco, escribe para su alma, y no para los humanos.
Sin embargo, quiero compartirte, como si estuvieras aquí a mi lado, cosas y causas de las que tal vez no alcances a entender. Mas me sorprendería en ti que me lees que así fuera. En otros, me parecería de lo más normal, dada la ausencia de materia gris en el interior de las masas encefálicas que habita en cerebros carcomidos por hábitos y entregas a lo cotidiano.
Aislado voluntariosamente, he tenido siempre la oportunidad de establecer largas conversaciones conmigo mismo.
Hay algo que no sabría cómo explicar, salvo que lo sientas o lo vivas. Y es la capacidad de refugiarse, de aislarse, de emprender los caminos que otros llaman locura.
Para bien o para mal (seguramente para mal, si tuviera que cuantificar lo que de mí se piensa), nunca tuve normas, y las que tuve que soportar de forma forzada, intenté que durasen lo mínimo posible. Tengo un concepto de esto que llaman vida, una filosofía propia, pero heredada de tantas y tantas fuentes ahora ignoradas por la gran mayoría, que me arrastra a tener un planteamiento de base e inicio consistente en lo efímero de la existencia. Es más que probable (nunca me psicoanalizaron, y menos ahora que Freud está desfasado y las tendencias son gestálticas), que esta sea la causa que me lleve a hacerme vagabundo cuando me apetece serlo, que abandone despachos y cierre con llave los mismos y las tire a la salida, que coja un tren sin destino por el mero hecho de volver a sentir el olor a alquitrán de las vías ..........
Mientras escribo, agito los cubitos de mi whisky y observo cómo se van derritiendo, Pienso, que igual mi escrito pueda servir para adentrarte algo en las entrañas de este ser que apenas congenia con alma alguna, y puedas conocer algunos de sus motivos para ello.
Me tedia escuchar, observar y leer en cualquier parte donde me encuentre, el desfase que existe entre lo que se desea y lo que se hace. Me aburre sobremanera la enorme variedad de excusas que inventan los humanos para justificarse con la irrealización de sus sueños, sus ansias de libertad ...... en definitiva, el abandono y dejadez a sí mismos y sus intelectos, como si todo lo demás, fuese más valioso, que ese hermoso tesoro que es el pensamiento, y sobre todo, el pensamiento propio y libre.....
Siguen sonando blues ......
Las cuevas de este lobo están pintarrajeadas en sus paredes con extraños signos. Y me tumbo y observo, observo, observo ........ como hago cuando me enfrento al Universo .... observo, observo..... intento entenderlo y le dejo que me hable, pero mientras también le pienso, le busco sus porqués, me gusta saber la causa por la que me muestra sus misterios pero no me los explica, y me gusta que sea así, me gusta que sea yo quien se vaya acercando a sus verdades. Me apasionan los anagramas.
Vivir es algo sencillo. Por difícil que parezca. Se complica, cuando se convive en sociedad, cuando todo el páramo está atiborrado de borregos andando de un lado para otro, sin saber a donde se dirigen ni el por qué. Desde la cueva, el lobo no parpadea. Toma aire y de vez en cuando levanta un poco la cabeza y olfatea.
Siguen sonando blues ......
Se sigue derritiendo el hielo.
Sabrás que en física, el hielo no se deshace porque enfríe al líquido que lo rodea. El hielo no transmite frío. De hecho el frío no existe en física. Se derrite porque le roba el calor al líquido, y con la pérdida de calor del líquido, éste se va enfriando, y con la ganancia de calor, el hielo se va derritiendo. Por eso me gusta mirar cómo se van deshaciendo los cubitos de hielo en el vaso, porque me gusta observar cómo un cuerpo, le da calor a otro cuerpo, aunque eso le suponga frío. Es una transmisión generosa, un gesto tremendo para la otra parte, algo incalificablemente hermoso.
Imagino ahora que el hielo fuera egoísta y pensase en cómo hacer sólo para calentarse, e imagino que el hielo se negase a deshacerse si el líquido no le diera su calor a la forma y manera que a los demás le gustase ..... imagino que le dijera, “no me gusta ser sólo un cubito de hielo, con eso no me basta, no tengo calor bastante” ..... Ahora me imagino yo, a ese líquido, impotente, por no poder darle el calor que necesita al cubito y que tan urgentemente se lo anda pidiendo. El líquido se abate, y ante tales exigencias y falta de comprensión sobre su propia naturaleza, no le queda más remedio que rendirse. Al final, el cubito se termina derritiendo, pero la bebida no ha podido ser enfriada. Si todo hubiera seguido su proceso normal, la bebida hubiera sido un grato refresco, para saciar la sed y el calor de un harapiento náufrago en un desierto a la búsqueda de un oasis.
Siguen sonando blues .....
Llevo más de una hora escribiendo, y el barman no ha cambiado ni un milímetro la postura sobre la barra. Vete a saber dónde estará trasladado su pensamiento, su melancolía que le ha convertido en un ser inerte físicamente. Me pregunto si andará inmerso en mundos de imaginaciones ficticias, o acaso tal vez en mundos de recuerdos. Y si fueran recuerdos, ¿habrán sido vividos, o los que no lo fueron?.....
Me levanto, me acerco a la barra, pregunto cuánto le debo. El barman vuelve a la realidad. Yo cierro el bloc donde he escrito y vuelvo al pensamiento. Ahora él se queda en lo físico. Ahora yo, me vuelvo al sueño.
Fuera, me espera un frío de diez grados bajo cero. Una gruesa capa de nieve, vacío, silencio ....
Dentro, se queda el BLUES, los otros tres que había, y un barman prisionero....
AQUEL BLUES
Ahora que suena este blues de fondo escribo .....
Como siempre, desde la mesa del fondo, de este oscuro antro. La luz es escasa, pero suficiente para alcanzar a escribir en mi bloc de notas. Muchas veces además, escribí a oscuras, y así le di la oportunidad a las palabras de montarse unas encima de otras, de cabalgar juntas.
Fuera, la temperatura ronda los diez grados bajo cero.
Me vine hasta aquí, sólo a beber algo que contenga el suficiente alcohol para aumentar mi temperatura corporal, a escribir y a escuchar blues. Somos cinco si cuento al camarero, viejo y marchito, que en la esquina del mostrador, anda con su cuerpo echado, a sabiendas de que ya no vendrá esta noche ningún cliente más, y que con el blues que se esparce, y en su mirada perdida, me parece entender que se le fue la vida. Los otros tres, andan también a sus adentros por el resto de la barra.
Esto que ahora escribo, y una vez llegue al final, es más que posible que termine avivando las llamas que del fuego emana la chimenea del local, porque puede que no encuentre razón para tener que mostrarlo. El escribano loco, escribe para su alma, y no para los humanos.
Sin embargo, quiero compartirte, como si estuvieras aquí a mi lado, cosas y causas de las que tal vez no alcances a entender. Mas me sorprendería en ti que me lees que así fuera. En otros, me parecería de lo más normal, dada la ausencia de materia gris en el interior de las masas encefálicas que habita en cerebros carcomidos por hábitos y entregas a lo cotidiano.
Aislado voluntariosamente, he tenido siempre la oportunidad de establecer largas conversaciones conmigo mismo.
Hay algo que no sabría cómo explicar, salvo que lo sientas o lo vivas. Y es la capacidad de refugiarse, de aislarse, de emprender los caminos que otros llaman locura.
Para bien o para mal (seguramente para mal, si tuviera que cuantificar lo que de mí se piensa), nunca tuve normas, y las que tuve que soportar de forma forzada, intenté que durasen lo mínimo posible. Tengo un concepto de esto que llaman vida, una filosofía propia, pero heredada de tantas y tantas fuentes ahora ignoradas por la gran mayoría, que me arrastra a tener un planteamiento de base e inicio consistente en lo efímero de la existencia. Es más que probable (nunca me psicoanalizaron, y menos ahora que Freud está desfasado y las tendencias son gestálticas), que esta sea la causa que me lleve a hacerme vagabundo cuando me apetece serlo, que abandone despachos y cierre con llave los mismos y las tire a la salida, que coja un tren sin destino por el mero hecho de volver a sentir el olor a alquitrán de las vías ..........
Mientras escribo, agito los cubitos de mi whisky y observo cómo se van derritiendo, Pienso, que igual mi escrito pueda servir para adentrarte algo en las entrañas de este ser que apenas congenia con alma alguna, y puedas conocer algunos de sus motivos para ello.
Me tedia escuchar, observar y leer en cualquier parte donde me encuentre, el desfase que existe entre lo que se desea y lo que se hace. Me aburre sobremanera la enorme variedad de excusas que inventan los humanos para justificarse con la irrealización de sus sueños, sus ansias de libertad ...... en definitiva, el abandono y dejadez a sí mismos y sus intelectos, como si todo lo demás, fuese más valioso, que ese hermoso tesoro que es el pensamiento, y sobre todo, el pensamiento propio y libre.....
Siguen sonando blues ......
Las cuevas de este lobo están pintarrajeadas en sus paredes con extraños signos. Y me tumbo y observo, observo, observo ........ como hago cuando me enfrento al Universo .... observo, observo..... intento entenderlo y le dejo que me hable, pero mientras también le pienso, le busco sus porqués, me gusta saber la causa por la que me muestra sus misterios pero no me los explica, y me gusta que sea así, me gusta que sea yo quien se vaya acercando a sus verdades. Me apasionan los anagramas.
Vivir es algo sencillo. Por difícil que parezca. Se complica, cuando se convive en sociedad, cuando todo el páramo está atiborrado de borregos andando de un lado para otro, sin saber a donde se dirigen ni el por qué. Desde la cueva, el lobo no parpadea. Toma aire y de vez en cuando levanta un poco la cabeza y olfatea.
Siguen sonando blues ......
Se sigue derritiendo el hielo.
Sabrás que en física, el hielo no se deshace porque enfríe al líquido que lo rodea. El hielo no transmite frío. De hecho el frío no existe en física. Se derrite porque le roba el calor al líquido, y con la pérdida de calor del líquido, éste se va enfriando, y con la ganancia de calor, el hielo se va derritiendo. Por eso me gusta mirar cómo se van deshaciendo los cubitos de hielo en el vaso, porque me gusta observar cómo un cuerpo, le da calor a otro cuerpo, aunque eso le suponga frío. Es una transmisión generosa, un gesto tremendo para la otra parte, algo incalificablemente hermoso.
Imagino ahora que el hielo fuera egoísta y pensase en cómo hacer sólo para calentarse, e imagino que el hielo se negase a deshacerse si el líquido no le diera su calor a la forma y manera que a los demás le gustase ..... imagino que le dijera, “no me gusta ser sólo un cubito de hielo, con eso no me basta, no tengo calor bastante” ..... Ahora me imagino yo, a ese líquido, impotente, por no poder darle el calor que necesita al cubito y que tan urgentemente se lo anda pidiendo. El líquido se abate, y ante tales exigencias y falta de comprensión sobre su propia naturaleza, no le queda más remedio que rendirse. Al final, el cubito se termina derritiendo, pero la bebida no ha podido ser enfriada. Si todo hubiera seguido su proceso normal, la bebida hubiera sido un grato refresco, para saciar la sed y el calor de un harapiento náufrago en un desierto a la búsqueda de un oasis.
Siguen sonando blues .....
Llevo más de una hora escribiendo, y el barman no ha cambiado ni un milímetro la postura sobre la barra. Vete a saber dónde estará trasladado su pensamiento, su melancolía que le ha convertido en un ser inerte físicamente. Me pregunto si andará inmerso en mundos de imaginaciones ficticias, o acaso tal vez en mundos de recuerdos. Y si fueran recuerdos, ¿habrán sido vividos, o los que no lo fueron?.....
Me levanto, me acerco a la barra, pregunto cuánto le debo. El barman vuelve a la realidad. Yo cierro el bloc donde he escrito y vuelvo al pensamiento. Ahora él se queda en lo físico. Ahora yo, me vuelvo al sueño.
Fuera, me espera un frío de diez grados bajo cero. Una gruesa capa de nieve, vacío, silencio ....
Dentro, se queda el BLUES, los otros tres que había, y un barman prisionero....
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