RENACER

bautiza las alas de mi silencio
con la rúbrica lenta,
suave y amorosa de tu boca.
Ampárame en el vaho de tus ojos,
en la transparencia de tu cariño
y en los surcos desnudos de tus manos.
Hazlo, para que yo vuelva siempre,
como lo hago ahora,
a renacer por encima de todas las nubes.
1 comentario:
Quien no se apunta a renacer de esa manera tan hermosa.
Saludos desde el bierzo.
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