01 julio 2014

MARÍALUZ ALBUJA

GUILIN, AÑO DEL CABALLO



I.

Aunque ya sólo queden palabras

aún hay música en mí



aquella música de la lluvia

que me envolviera entre niebla y agua

la vieja herencia que en el Oriente

se deslizó por mis palmas

cuando intenté rescatarme una noche

cuando perdida

traté de hallarme y fluyeron notas de la maleza

sonido a selva

vestigios míos.



Aún queda música

espesa

envuelta

lista a fluirme cuando la llame desde el Oriente Lejano

lista a fluirme cuando retorne a su nacimiento

cuando la roce con lo que vive de sus inicios

cuando la pueda sacar del polvo

para mirar en su fondo líquido aquel reflejo de cercanía

aquel instante que en otra tierra se convirtiera en identidad.



Aunque mis manos ya no la toquen

aunque mis labios ya no la canten

será caricia

pozo

poema

húmeda huella bajo mis párpados

agua vertida sobre los montes

música oculta tras los confines deshilvanados de la que fui.




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