estaban pintados
de colores,
me vestía de lluvia,
era como agua
transparente de un río
sin contaminar.
Inventaba ciudades,
paisajes…
Intuía, respiraba
la levedad del
tiempo
para llegar a la esencia,
de las cosas que no
se ven.
Siempre me gustaron
los perfumes,
y el deseo especial
que despierta el
entusiasmo por la vida.
A pesar de mi
juventud,
Descubrí que todo sería visitado
por ese pozo infinito
de los recuerdos.
Ahora,
comprendo que
soy la misma
y que…
nacemos invitados a morir.


No hay comentarios:
Publicar un comentario