Mi mejor momento es cuando llegas
y enciendes los candiles de mi calle;
cuando pintas de beso mi sonrisa,
tus brazos me rodean
y dibujas mi talle con tus manos.
Mi lugar preferido está en tu pecho
que me acoge como al aire que respira,
disipa la tristeza del camino
y rellena los arañazos del tiempo.
Si no llegas se desbarata el día entre suspiros
y tropiezo con tu nombre a cada instante,
no sostengo el equilibrio de las horas
y el sueño no consiente visitarme.

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